¿Por qué resulta difícil escribir un libro?

Escribir un libro no es tarea fácil, pero tampoco, imposible. Si estás leyendo esto, es porque quieres escribir un libro y no sabes cómo. Quizá esta idea ronde por tu cabeza desde siempre, o tal vez te hayas dado cuenta hace poco de que tienes algo que contarle al mundo. Puede que lo único que quieras sea dejar tu pequeña huella en la historia. De cualquier manera, ahora mismo, en este post, no importa la razón.
Pero ¿por qué no has escrito ese libro aún?
Pues por miedo. Y es que ése es el gran enemigo de los humanos. Miedo a lograr tus sueños, al fracaso, o incluso al éxito.
Para muchos, escribir un libro es un sueño lejano, que guardan en un rincón de su alma, cubierto de polvo, porque creen que así se mantiene a salvo y protegido en su interior, y con él, una llama de esperanza que les hace sentirse vivos.
Tener sueños es algo muy bonito. Es lo que da sentido a nuestra vida. Y si tu mayor sueño es escribir un libro, no es de extrañar que te dé miedo hacerlo de una vez por todas, porque ¿qué pasará después? ¡Ya no tendré sueños! Bueno, pues déjame decirte que no debes ser tan dramático. Los sueños tienen una capacidad de adaptación increíble. Si tu sueño es escribir un libro y lo consigues, entonces tu sueño pasará a ser el de publicarlo. Si, entonces, logras publicarlo, entonces tu sueño se modificará y será, por ejemplo, vender tu libro. Si estás logrando vender tu libro a mucha gente, entonces, ¿por qué no te lanzas y escribes otro? Tu cabeza está llena de historias y de posibilidades infinitas. Pero el miedo a quedarte sin tus sueños, te frena.
Por supuesto, en ocasiones, lo que nos da miedo es enfrentarnos a la realidad, y si, por fin, conseguimos escribir ese libro que tanto ansiamos escribir, eso querrá decir que tendremos que comenzar a mandarlo a editoriales, y, probablemente, sufriremos rechazos. Y ¿quién quiere sentirse rechazado? Pues, nadie, claro está. Pero, como se dice en la bonita tierrina de Asturias, “no comas el gochu antes de matarlo”. Tú no sabes lo que va a ocurrir en esta vida. Tu libro será rechazado por algunas editoriales, tal vez por muchas; pero quizá llegue el día en que a una editorial le guste tu historia y decida publicarla. Siempre hay editoriales que apoyan a autores noveles. Probablemente no vayas a recibir dinero de antemano, pero, créeme. Puede pasar: es muy probable que tu libro sea publicado. Sobre todo, si confías en ti mismo. Bueno, y claro está, si tienes un buen libro. Porque si tienes miedo al fracaso, es porque también tienes miedo a que lo que has escrito sea mediocre. Pero lo bueno es que para eso hay solución; sólo hay que aprender a escribir. Puede tomar más o menos tiempo y determinación, pero aprender se puede aprender. De hecho, nadie nació sabiendo escribir. Ni siquiera Stephen King.
Pero hablemos ahora del último tipo de miedo; quizá el más extraño. Algunas veces, lo que nos da un miedo terrible es la posibilidad de tener éxito. Y, por si eso fuera poco, tenemos también vergüenza. Parece una soberana gilipollez, pero esto ocurre más de lo que crees. Alguien, allá por nuestra infancia (un profesor, un familiar, un supuesto amigo, o el indeseable que fuese), nos hizo pensar que nunca íbamos a tener éxito. Que no nos lo merecíamos. Que, si queríamos ganar algo, sólo podría ocurrir si pagábamos por ello. Y entonces, nos entra el miedo al éxito. Porque nos han hecho creer que se trata de un fruto prohibido para nosotros. Que otros se lo merecen más que tú. Nunca puedo evitar pensar en que aquellas personas que tienen éxito es, porque trabajan, sí, por supuesto; pero que es, además, porque desde que eran pequeños, su familia, sus profesores y sus amigos siempre creyeron en ellos; les animaban a levantarse cuando caían, y les felicitaban por todos sus éxitos; incluso por los más insignificantes.
Otros, lamentablemente, no tuvieron tanta suerte, y todavía a día de hoy creen que no se merecen tener éxito. Pero déjame decirte aquí y ahora que sí lo mereces. Tú te mereces escribir tu libro, publicarlo y venderlo. Porque tienes una historia maravillosa que contar; una historia que se muere por ser contada a gritos. Así que, antes de nada, libérate del miedo, porque con él a tu lado, ya puedes ir olvidándote de crear nada. Porque ésa es precisamente la razón por la que no has escrito tu libro todavía. Tienes un miedo terrible.