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El visón europeo: ese gran desconocido

VisonEuropeo

(Reportaje publicado en El Periódico Universitario en 2002)

El visón europeo es nuestro mamífero más amenazado

Quizá nos suene el nombre, por los suaves abrigos que se elaboran con su piel. Sin embargo, su apellido no resulta tan familiar. Es del visón americano de quien se obtiene tan valiosa prenda. Del europeo sólo se conoce, en la actualidad, la existencia de dos núcleos relevantes de población: uno situado en el sureste francés, y el otro, en la zona vasco-navarra, en España. A mediados del siglo pasado, comenzó a desaparecer en Europa Central, a causa, principalmente, de la alteración de su hábitat y de la convivencia con el visón americano, al que tiene que hacer frente. Desde entonces, el número de visones europeos no ha dejado de reducirse. Los especialistas afirman que es motivo de preocupación.

(En el ángulo superior izquierdo de la página, colocaría una foto del visón europeo, y otra, paralela y pegada, del americano. Así, el lector podría ver la diferencia de tamaño que existe entre las dos clases de animal; un distintivo muy relevante, ya que ahí radica la competencia que se da entre los dos).

¿Cómo es?

El visón europeo es un pequeño mamífero carnívoro, totalmente ligado a los medios acuáticos. Sus pies son semipalmeados, lo que le permite nadar y bucear sin ningún problema. Sus patas son cortas, y el cuerpo y la cola, alargados. Es de color marrón, casi negro, con manchas blancas por encima y por debajo de la boca; su longitud varía entre 50 y 60 centímetros; y pesa, aproximadamente, dos kilos. Se trata de una especie muy parecida a la comadreja. Este pequeño animal vive en terrenos húmedos (ríos, marismas, lagunas…), provistos de una buena vegetación, y es muy difícil de ver, ya que sus hábitos son nocturnos.

No se conoce el número de visones existentes, pero se sabe que en la cuenca del Ega, en Belate, y en la Sierra de Aralar, en donde hay un parque natural, en Navarra, éste es relativamente alto.

¿Desaparecerá?

El visón europeo es una especie en regresión; su extinción se viene fraguando desde que la especie fue desapareciendo en el centro de Europa, la antigua U.R.S.S. y Francia. Los motivos son varios: Por un lado, su hábitat se ha visto alterado, profundamente. En Francia, por ejemplo, en los últimos veinte años, se ha perdido casi la mitad de tierras húmedas, para aprovechamiento agrícola. Las obras que se realizan en los cursos de agua, como canalizadores, carreteras, limpieza de riberas… afectan negativamente a la supervivencia del visón. La vegetación también se ha reducido, por deforestaciones.

Otro motivo por el que los visones mueren es la competencia que se da con otros animales de su familia (mustélidos), que habitan en los mismos lugares, y tienen costumbres semejantes. Nos referimos, sobre todo, al visón americano; aunque tampoco hay que olvidar a la nutria y a las grandes aves rapaces diurnas y nocturnas. El visón americano es de mayor tamaño que el europeo, y vive en idénticos nichos ecológicos. Por ello, y por su aparente mayor resistencia a las alteraciones del medio ambiente, el visón americano sustituye al europeo. Además, no hace falta decir que el más fuerte siempre gana. El visón americano llegó a Europa en los años veinte. Hoy día, es un animal común en gran parte del continente.

Por otro lado, la polución y la contaminación de los ríos también influye en la regresión del visón. Lo hace en mayor medida en el caso del americano, que en seguida se ve afectado por ciertos contaminantes, como el metilmercurio; Sin embargo, se han encontrado altos niveles de mercurio en diferentes ríos de Francia, en donde la especie casi ha desaparecido. Por esto, se cree que la contaminación del agua también afecta a los visones europeos.

Se puede hablar de otros factores, como los parásitos que viven en el interior del europeo, que provoca deformaciones importantes en el cráneo; de la caza ilegal de estos animales; de la falta de alimento, sobre todo, en periodos de escasez; o, también, del tráfico rodado. A menudo, el visón europeo atraviesa carreteras, cuando busca nuevas áreas vitales. En España, de un total de 43 ejemplares, el 72,1 por ciento murió por la acción directa del hombre, el 23,3, atropellados, y el 4,6 restante, ahogados de forma accidental.

Para conocer, con mayor profundidad, los factores que inciden negativamente sobre el visón europeo, visite la página: 

http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies-amenazadas/vertebrados/vison.aspx

En cuanto a la contaminación de la que hablábamos, el estado de conservación de nuestros ríos es dispar. Por un lado, destacan por su buen estado los de la mitad norte de Navarra. En el extremo contrario, el Ebro, el Zadorra y los tramos medios-bajos de los ríos cantábricos se encuentran sumamente alterados. Por ahora, el visón siempre ha mostrado una aparente tolerancia, al ocupar ríos característicos de los dos extremos. Sin embargo, el ejemplo citado, antes, sobre la contaminación de los ríos de Francia, y la posterior regresión de la especie allí, provoca que uno se plantee la relevancia de la buena conservación de las aguas de Navarra. Quién sabe si, dentro de algún tiempo, los visones abandonarán, también, esos ríos contaminados, y se asentarán todos en la Comunidad Foral.

¿Cómo se pueden conservar?

Cualquier pronóstico sobre la viabilidad o el futuro del visón europeo, como especie salvaje, ha de ser cauto, ya que la protección integral no es suficiente. La información que ofrece la literatura científica no permite calcular tamaños de población mínima viable, determinar áreas críticas, o elaborar modelos predictivos para la conservación de la especie.

Así y todo, un posible plan de conservación de la especie, podría estar constituido por la vigilancia de la presencia del visón americano. Por otra parte, la protección del hábitat debería centrarse en los ríos, donde ha sido detectada la especie, e incluiría la conservación de la vegetación, la restauración de las márgenes de los ríos y regatas, y la mejora de la calidad del agua. En las áreas donde hubiese visones, deberían prohibirse los cepos para carnívoros, y regularse, estrictamente, el uso de lazos.

En Navarra, se están proponiendo actuaciones que pretenden favorecer la presencia de algunas especies, entre ellas el visón europeo, en las zonas verdes del interior de Pamplona. Por supuesto, no aspiran a su implantación en ella, ya que eso sería imposible sin la reconstitución de los ecosistemas originarios. Son cambios en las diversas capas del paisaje, dirigidas a corregir las fragmentaciones existentes, y a mejorar la capacidad del hábitat. Para el caso del visón, la actuación correspondiente es la regulación de caudales, y el control de escalas. Otros cambios son el establecimiento de franjas de protección en barrancos de cinco metros, favorecer la fauna silvestre mediante el inventario y conservación de setos, y determinados acuerdos entre agricultores y ganaderos, para evitar el pastoreo en las zonas en las que habite el visón.

 Y es que las poblaciones rurales desempeñan un importante papel en este tema que nos ocupa. En el mundo rural no se arrojan residuos industriales a las aguas, ni tienen proyectos de urbanización, tan ambiciosos como en las ciudades. De esa manera, se salva una gran cantidad de espacio, que permanece intacta, para que viva el visón, y otras especies.

Creo que, poco a poco, se va conociendo en mayor medida a este gran desconocido: el visón europeo. Cada vez hay más información sobre él. Sin embargo, sigue siendo elevada la cantidad de interrogantes que existe al respecto. Todavía quedan muchos estudios por hacer y planes que idear, para su conservación. Esperemos que surjan buenas soluciones, y podamos disfrutar de él durante generaciones y generaciones.

El visón europeo: ese gran desconocido

 

  

Nuestro mamífero más amenazado

 

Quizá nos suene el nombre, por los suaves abrigos que se elaboran con su piel. Sin embargo, su apellido no resulta tan familiar. Es del visón americano de quien se obtiene tan valiosa prenda. Del europeo sólo se conoce, en la actualidad, la existencia de dos núcleos relevantes de población: uno situado en el sureste francés, y el otro, en la zona vasco-navarra, en España. A mediados del siglo pasado, comenzó a desaparecer en Europa Central, a causa, principalmente, de la alteración de su hábitat y de la convivencia con el visón americano, al que tiene que hacer frente. Desde entonces, el número de visones europeos no ha dejado de reducirse. Los especialistas afirman que es motivo de preocupación.

 

¿Cómo es?

 

El visón europeo es un pequeño mamífero carnívoro, totalmente ligado a los medios acuáticos. Sus pies son semipalmeados, lo que le permite nadar y bucear sin ningún problema. Sus patas son cortas, y el cuerpo y la cola, alargados. Es de color marrón, casi negro, con manchas blancas por encima y por debajo de la boca; su longitud varía entre 50 y 60 centímetros; y pesa, aproximadamente, dos kilos. Se trata de una especie muy parecida a la comadreja. Este pequeño animal vive en terrenos húmedos (ríos, marismas, lagunas…), provistos de una buena vegetación, y es muy difícil de ver, ya que sus hábitos son nocturnos.

 

No se conoce el número de visones existentes, pero se sabe que en la cuenca del Ega, en Belate, y en la Sierra de Aralar, en donde hay un parque natural, en Navarra, éste es relativamente alto.    

 

¿Desaparecerá?

 

El visón europeo es una especie en regresión; su extinción se viene fraguando desde que la especie fue desapareciendo en el centro de Europa, la antigua U.R.S.S. y Francia. Los motivos son varios: Por un lado, su hábitat se ha visto alterado, profundamente. En Francia, por ejemplo, en los últimos veinte años, se ha perdido casi la mitad de tierras húmedas, para aprovechamiento agrícola. Las obras que se realizan en los cursos de agua, como canalizadores, carreteras, limpieza de riberas… afectan negativamente a la supervivencia del visón. La vegetación también se ha reducido, por deforestaciones.

 

Otro motivo por el que los visones mueren es la competencia que se da con otros animales de su familia (mustélidos), que habitan en los mismos lugares, y tienen costumbres semejantes. Nos referimos, sobre todo, al visón americano; aunque tampoco hay que olvidar a la nutria y a las grandes aves rapaces diurnas y nocturnas. El visón americano es de mayor tamaño que el europeo, y vive en idénticos nichos ecológicos. Por ello, y por su aparente mayor resistencia a las alteraciones del medio ambiente, el visón americano sustituye al europeo. Además, no hace falta decir que el más fuerte siempre gana. El visón americano llegó a Europa en los años veinte. Hoy día, es un animal común en gran parte del continente.

 

Por otro lado, la polución y la contaminación de los ríos también influye en la regresión del visón. Lo hace en mayor medida en el caso del americano, que en seguida se ve afectado por ciertos contaminantes, como el metilmercurio; Sin embargo, se han encontrado altos niveles de mercurio en diferentes ríos de Francia, en donde la especie casi ha desaparecido. Por esto, se cree que la contaminación del agua también afecta a los visones europeos.

 

Se puede hablar de otros factores, como los parásitos que viven en el interior del europeo, que provoca deformaciones importantes en el cráneo; de la caza ilegal de estos animales; de la falta de alimento, sobre todo, en periodos de escasez; o, también, del tráfico rodado. A menudo, el visón europeo atraviesa carreteras, cuando busca nuevas áreas vitales. En España, de un total de 43 ejemplares, el 72,1 por ciento murió por la acción directa del hombre, el 23,3, atropellados, y el 4,6 restante, ahogados de forma accidental.

 

Para conocer, con mayor profundidad, los factores que inciden negativamente sobre el visón europeo, visite la página: http://www.mma.es/Naturalia/naturalia_h…nica/mamiferos/vison/incluser/Cap08.html

 

En cuanto a la contaminación de la que hablábamos, el estado de conservación de nuestros ríos es dispar. Por un lado, destacan por su buen estado los de la mitad norte de Navarra. En el extremo contrario, el Ebro, el Zadorra y los tramos medios-bajos de los ríos cantábricos se encuentran sumamente alterados. Por ahora, el visón siempre ha mostrado una aparente tolerancia, al ocupar ríos característicos de los dos extremos. Sin embargo, el ejemplo citado, antes, sobre la contaminación de los ríos de Francia, y la posterior regresión de la especie allí, provoca que uno se plantee la relevancia de la buena conservación de las aguas de Navarra. Quién sabe si, dentro de algún tiempo, los visones abandonarán, también, esos ríos contaminados, y se asentarán todos en la Comunidad Foral.

 

¿Cómo se pueden conservar?

 

Cualquier pronóstico sobre la viabilidad o el futuro del visón europeo, como especie salvaje, ha de ser cauto, ya que la protección integral no es suficiente. La información que ofrece la literatura científica no permite calcular tamaños de población mínima viable, determinar áreas críticas, o elaborar modelos predictivos para la conservación de la especie.

 

Así y todo, un posible plan de conservación de la especie, podría estar constituido por la vigilancia de la presencia del visón americano. Por otra parte, la protección del hábitat debería centrarse en los ríos, donde ha sido detectada la especie, e incluiría la conservación de la vegetación, la restauración de las márgenes de los ríos y regatas, y la mejora de la calidad del agua. En las áreas donde hubiese visones, deberían prohibirse los cepos para carnívoros, y regularse, estrictamente, el uso de lazos.

 

En Navarra, se están proponiendo actuaciones que pretenden favorecer la presencia de algunas especies, entre ellas el visón europeo, en las zonas verdes del interior de Pamplona. Por supuesto, no aspiran a su implantación en ella, ya que eso sería imposible sin la reconstitución de los ecosistemas originarios. Son cambios en las diversas capas del paisaje, dirigidas a corregir las fragmentaciones existentes, y a mejorar la capacidad del hábitat. Para el caso del visón, la actuación correspondiente es la regulación de caudales, y el control de escalas. Otros cambios son el establecimiento de franjas de protección en barrancos de cinco metros, favorecer la fauna silvestre mediante el inventario y conservación de setos, y determinados acuerdos entre agricultores y ganaderos, para evitar el pastoreo en las zonas en las que habite el visón.

 

 Y es que las poblaciones rurales desempeñan un importante papel en este tema que nos ocupa. En el mundo rural no se arrojan residuos industriales a las aguas, ni tienen proyectos de urbanización, tan ambiciosos como en las ciudades. De esa manera, se salva una gran cantidad de espacio, que permanece intacta, para que viva el visón, y otras especies.

 

Creo que, poco a poco, se va conociendo en mayor medida a este gran desconocido: el visón europeo. Cada vez hay más información sobre él. Sin embargo, sigue siendo elevada la cantidad de interrogantes que existe al respecto. Todavía quedan muchos estudios por hacer y planes que idear, para su conservación. Esperemos que surjan buenas soluciones, y podamos disfrutar de él durante generaciones y generaciones.

 

 

Camping Aralar: 948 50 40 11

Oficina de Información y Turismo de Lecumberri: 948 50 72 04

¿De qué color son, en realidad, las marcas blancas?

Recuerdo aquella época perfectamente: la nevera siempre estaba llena de alimentos. Nunca fallaba. Tampoco lo hacía la despensa. Si uno tenía hambre, sólo debía abrir una portezuela y zamparse lo que quería. Eran buenos tiempos: vivía con mis padres. Llegó el momento en que me fui de casa, para ir a la universidad. Vivía con otras estudiantes en un modesto piso. Al principio, todo iba bien. La independencia se presentaba novedosa y atractiva; necesaria. Sin embargo, pronto comenzó la escasez, el hambre… y tuvimos que encarar la situación de la mejor manera posible: probando con el ahorro. Ya que no estábamos dispuestas a comer menos, decidimos adquirir productos de marcas blancas. Lo cierto es que alguna no sabía qué eran. Se trata de los productos que tienen la marca propia de una tienda; productos elaborados por una empresa, a los que le ponen la marca de otra. De un supermercado concreto, en el caso que nos ocupa. Por ejemplo, la marca de los supermercados del grupo Eroski es Consumer. En un principio, la idea resultó inaceptable para una amiga mía: «¿Cómo podré comer algo que no tenga una marca conocida? No podría». Sin embargo, con valiosas explicaciones, y el tiempo suficiente como para haber consumido productos de este tipo, se le pudo convencer. ¿Es usted como mi amiga? Mucha gente piensa de esa manera… hasta que prueba estos productos, y se entera de ciertas cosas; hasta el momento en que descubre que una marca blanca puede tener, por detrás, otro color más llamativo.

 

 ¿Qué es lo que frena a muchas personas, a la hora de adquirir un producto de marca blanca? La respuesta es sencilla: el pensar que no es de buena calidad. Sin embargo, el hecho de que un producto sea de marca blanca, no quiere decir que no haya pasado los niveles básicos de sanidad, o que sea, en definitiva, muy distinto a un producto de marca conocida. Es decir, la leche de marca blanca ha pasado por unos exámenes de calidad, y no proviene de ningún otro animal que no sea una vaca. Mucha gente se preguntará por qué, entonces, si es igual, cuesta más barato. Lo que, de verdad, nos interesa a todos es saber de dónde provienen los productos de marcas blancas. Hay varias razones por las que ese producto se vende a un precio inferior: Una de ellas es que para las empresas pequeñas y medianas que van surgiendo, es una buena solución para tener ganancias a corto plazo. Éstas se alían con los distribuidores, y crean marcas blancas. Para una empresa nueva,  darse a conocer y conseguir la lealtad de un cliente hacia un producto es una tarea muy costosa. Hay que tener en cuenta los gastos de embalaje, publicidad, promoción del producto… Por otra parte, las grandes empresas, las conocidas, también crean marcas blancas. Un buen ejemplo de ello es la cerveza de marca blanca de Hipercor, que es producida por Mohou. En Asturias, también en Hipercor, la leche de marca blanca es de Central Lechera Asturiana. La razón por la que las grandes empresas distribuyen marcas blancas son, también, varias. En ellas hay excedentes, y la mejor manera de ponerlos a la venta es ésta. Además, y esto es lo más relevante, en estos productos de marca blanca las empresas se ahorran una importante cantidad de dinero en los aspectos destacados antes (sobre todo, en publicidad).

 

Las estadísticas muestran que hoy día ha aumentado, considerablemente, el número de personas que compran marcas blancas; que no tienen dudas respecto a la calidad de estos productos, porque los han probado, y saben que, en numerosas ocasiones, detrás de ellos están los fabricantes de las marcas de toda la vida. Esto ha hecho cambiar la percepción sobre el tema, haciendo que se pase a verlas como buenas marcas, con las que, además, se ahorra dinero. Sin embargo, la experiencia me dice que estas estadísticas no son demasiado específicas. Preguntando en diferentes supermercados, a todo tipo de gente, se llega a la conclusión, en primer lugar, de que la gente, en general, no sabe lo que son las marcas blancas. Después de explicárselo, muchos son los que adquieren un gesto de extrañeza, y no contestan. De los que sí lo hacen, podríamos decir que las personas mayores (de más de 35 años) son más reacias a comprarse productos de marca blanca. En cambio, la gente joven es la que más compra este tipo de productos. En las encuestas realizadas, se refleja que ocho de cada diez personas adultas prefieren las marcas conocidas; y nueve de cada diez jóvenes, por el contrario, consumen marcas blancas. Se trata de una clasificación muy general de los tipos de consumidores que existen.

 

 Habría que tener en cuenta, para un análisis más exhaustivo, otros factores, como el poder adquisitivo de cada persona, la influencia de la publicidad en cada uno, si estamos hablando de un hombre o de una mujer… Sin embargo, la categorización elegida ha servido para darse cuenta de ciertas cuestiones, como por ejemplo, que la elección de un producto de marca conocida depende, en gran medida, del dinero de que disponga uno. En las encuestas realizadas, pude comprobar que la mayor parte de las personas de más de 35 años, que tienen un trabajo estable, no se planteaban el hecho de adquirir una marca blanca. Algunas decían que teniendo dinero, preferían gastárselo en lo más caro; otras justificaban su compra por la influencia de la televisión… Los pocos que dijeron que sí compraban estos productos eran personas muy mayores, con una pensión muy baja. Por el contrario, muchos estudiantes los compran porque les gustan, pero todos coinciden en que la primera vez que los probaron fue por ahorrar.

 

La conclusión sigue siendo la misma: a la gente le da miedo probar las marcas blancas, por creer que son de baja calidad. Nada más lejos de la realidad, como ya sabe un buen número de personas. Hace unos años, en el reverso del producto siempre venía escrito el nombre del fabricante. Hoy día, sólo quedan algunos productos que lo traigan escrito, explícitamente. Buenos ejemplos son la mayonesa y el chocolate de la marca Consumer; fabricados por Ybarra y Zahor, respectivamente, información que se le da al cliente, de forma clara. El resto de los productos tienen una reseña, el N.I.F. (número de identificación fiscal), que corresponde a una empresa, ya sea pequeña, mediana o grande.

 

Para poner en marcha el negocio de las marcas blancas, las empresas hacen una especie de pacto con los supermercados. Se distribuyen esos productos más baratos, pero estos se tienen que vender en mayor medida. Llegados a este punto, uno se pregunta ¿Y es cierto que se venden más estos productos? La respuesta es sencilla y contundente: Sí. La calidad en numerosos artículos es la misma, y el producto, más barato. Pero, como se ha dicho antes, esto mucha gente no lo sabe aún. No todos somos tan hábiles como para darnos cuenta, solos, de este tipo de cosas. Los supermercados utilizan ciertas técnicas de marketing, para persuadir a los clientes de que compren unos productos u otros. Y aquí es en donde entra en juego esa «mano invisible», que regula la compra y la venta de los productos en los supermercados, y que nada tiene que ver con la conocida teoría de Adam Smith, sobre la oferta y la demanda: la persuasión.

 

El merchandising  

 

Es una estrategia que se utiliza en los supermercados, para que sus productos seduzcan al cliente. Está comprobado: hasta el 70% de la compra que hacemos, decidimos adquirirla en el mismo supermercado.

 

Los alimentos constituyen un bien elemental, de primera necesidad. ¿En dónde los adquirimos? Si no tenemos en cuenta las huertas, los animales que poseen algunas personas, la pesca o la caza ¿qué nos queda? El supermercado. Al «súper» vamos todos. Eso es bien sabido. Pero ¿compramos lo que realmente necesitamos? En numerosas ocasiones, salimos de hacer la compra con más artículos de los que teníamos pensado comprar. ¿A qué se debe? Pues eso: al merchandising.

 

Los científicos de las ventas juegan con el estado anímico de los compradores, mediante el «efecto Gruen», llamado así por el arquitecto austriaco Víctor Gruen, que diseñó el primer gran centro comercial en 1956. Su acción consiste en generar excitación y ansiedad, junto con una desorientación espacial, que lleva al cliente a deambular por el establecimiento.

 

«Nosotros analizamos el comportamiento del consumidor y le damos lo que quiere», explica Ignacio Olondo Serrano, «strategic account planner» de la empresa Esc/ Scholz & Friends. Es decir, encargado del diseño de las técnicas de venta en los supermercados. Por ejemplo, se encarga del marchandising de Champion.

 

«Son muchas las técnicas que se utilizan, para convencer al cliente de que compre más: Una decoración estratégica, una música agradable, diferentes luces, olores, llamativos colores…», según explica una fuente de Carrefour.

 

Éstas son algunas de las muchas técnicas persuasivas que se usan:

 

En los grandes supermercados, manejar el carrito de la compra resulta una complicadísima tarea, ya que todos parecen irse, sin saber por qué, hacia la izquierda. Por supuesto, esto tiene una sencilla explicación, y ningún misterio para los expertos en marketing: Los carros de la compra son diseñados para obligar a los consumidores a establecer la dirección con la mano izquierda, mientras la derecha se limita a empujarlo sin dificultad, quedando así libre, para coger los productos, cómodamente.

 

Los productos de primera necesidad, que todos compramos, se colocan en la estantería más baja; mientras que a la altura de los ojos se encuentran los productos de marcas blancas (que aportan mayores beneficios), y los que menos necesitan los consumidores. En la estantería más elevada, se colocan los productos de marcas más conocidas, justo encima de las marcas blancas, para que el cliente vea mejor la diferencia de precio, y se incline a comprar la marca propia del supermercado.

 

La música que se escucha de fondo, además de hacer compañía a los clientes y empleados, se utiliza para influir en la conducta de compra. Es rápida en las horas en que el supermercado está lleno de gente, y es lenta, si está vacío.

 

En cuanto a la iluminación utilizada, las luces son cálidas en la frutería y verdulería, para que estos productos parezcan siempre frescos. En la carnicería, son rosadas, para que la carne tome ese color, y en la pescadería son brillantes, para que las escamas de los peces actúen como reflectores, y, de esa manera, atraigan más.

 

En ocasiones, un aroma irresistible se expande por todo el supermercado, cuando abren los hornos de la sección de confitería, atrayendo, ineludiblemente, al cliente.

 

Los colores, por otra parte, son fundamentales. El rojo y el amarillo se usan para destacar novedades. El rosa combinado con azul cielo, atrae al comprador femenino. El rojo con un amarillo verdoso conquista a los hombres, y crea sensación de seguridad.

 

«Con las cámaras de vídeo no sólo se evitan robos; también nos sirven para estudiar el comportamiento del cliente, su actitud», comenta Ignacio Olondo.

 

Hay que darse cuenta, también, de ciertos engaños, como cuando se nos ofrece un producto que dice estar rebajado, cuando, en realidad, no lo está; o cuando se nos ofrece una unidad a un precio, y un pack de tres unidades del mismo producto, por ejemplo, a un precio que no es más reducido que la unidad multiplicada por tres. Sobre todo, ahora más que nunca, debemos tener cuidado con el cambio de moneda. Muchos somos los que no sabemos realizar, todavía, el cambio exacto, de euros a pesetas, y los redondeos de los vendedores son inevitables.

 

Éstas son sólo algunas técnicas utilizadas por estos profesionales de la persuasión. Es su trabajo; no se les puede culpar. La persuasión no es mala, forma parte de la vida del ser humano y se encuentra hasta en los más nimios detalles; incluso en este reportaje. Sin embargo, debemos tener en cuenta que una cosa es persuadir, y otra muy distinta, manipular y engañar. En nuestra mano está el saber distinguir.

En el corazón de Navarra

Olite: un lugar perfecto para relajarse

Todo fin de semana es bueno para acercarse a Olite, una pequeña ciudad situada en el centro de Navarra, entre las montañas y la Ribera. Un lugar de ensueño para gozar de paz e introducirse en el pasado. Un tiempo pretérito cargado de historia. Una historia que continúa recordándose, por los impresionantes monumentos que alberga y el carácter tradicional de su gente, muy apegado al pasado. Una ciudad en la que, además, uno puede disfrutar de la mejor gastronomía, que cuenta con una amplia variedad de platos, y de unos excelentes vinos.

Olite es una ciudad tranquila. Cuando uno llega, no puede evitar sentir paz y armonía. Se siente en el aire, se ve en las calles, se palpa en su gente. Pero existe algo más que hace que sea diferente. Algo mágico y misterioso envuelve a esta pequeña ciudad de 3.200 habitantes. Y es que posee un largo pasado histórico que se encuentra íntimamente ligado a su población.

Su historia viene de lejos. No son muchas las ciudades del mundo que pueden presumir de una vida tan larga. Por los restos arqueológicos, se conoce que en época imperial romana (siglo I d.C.) un fuerte cinturón amurallado defendía un pequeño altozano en el que más tarde se fundaría esta villa medieval. El obispo san Isidoro de Sevilla, en su Historia de Regibus Gothorum (en donde estudia la historia de los godos) nos ofrece la primera referencia escrita sobre Olite. Según él, el rey godo Suintila fundó la ciudad en el año 625 d.C. con el nombre de Oligito, y la fortificó para hacer frente a los vascones. En la Baja Edad Media fue elegida una de las sedes favoritas de los Reyes de Navarra, Carlos III el Noble y Leonor de Trastámara. Además, se trata de una de las cinco Merindades Históricas del Antiguo Reino de Navarra (territorios en los que se dividía la administración). Ésta y las otras cuatro, Pamplona, Estella, Sangüesa y Tudela, fueron creadas por Carlos III en 1407. Todo olitense conoce esta historia, todos la sienten, y recuerdan a menudo su pasado. «Es un lugar pequeño, pero tenemos historia, un pasado… y eso nos enorgullece», explica Concha Fernández, una ciudadana de toda la vida.

Pasear por Olite se convierte pronto en una delicia. Nada más entrar en la ciudad uno se encuentra con el Casco Antiguo, en el que se pueden observar nobles caserones de piedra que lucen escudos de armas, y estrechas calles de nombres tan exóticos como el de la Tufurería, la Tesendería o la Rúa de la Judería.

 

Grandes obras medievales

En Olite no hay pérdida. Por la Rúa de San Francisco, que se halla en esa parte vieja, se llega a la Torre del Chapitel o Torre del Reloj, situada sobre un portal de arco, que, si se atraviesa, conduce a la renovada Plaza de Carlos III: la principal. Allí se alza el Palacio Real, considerado en su tiempo uno de los más lujosos de Europa, y que fue declarado Monumento Nacional en 1925. Este palacio, reflejo del brillo de toda una época y obra del rey Carlos III en el siglo XV, confiere una fuerte personalidad a esta fantástica ciudad, contribuyendo a dibujar el paisaje con su silueta gótica y monumental. 

Visitar el Palacio Real, soberbia construcción de nobles orígenes, constituye una tarea obligatoria. Cuando uno entra en él, se traslada a otra época, vive un sueño. En nada se parece a otros palacios españoles de su tiempo. Carlos III lo construyó al estilo de los suntuosos palacios de Europa. Naranjos traídos de China; un patio para corridas de toros; otro con leones, jirafas y demás exóticos animales; originales pajareras repletas de extrañas aves; un jardín flotante; y torres denominadas con mágicos nombres, como la de los Cuatro Vientos o la de los Niños, son elementos propios de un singular palacio, que han provocado que éste sea único en España.

Por otra parte, esta excepcional obra arquitectónica se encuentra adosada al Castillo Viejo, que es el actual Parador Nacional «Príncipe de Viana» desde 1928. Se encuentra en la Plaza Teobaldos, y en su entrada un cartel recita: «Calidad, amabilidad y leyenda». Residencia en los periodos de descanso de Carlos III, durante su infancia, fue escenario de cruentas luchas por el trono de Navarra (en el siglo XVI), y, posteriormente, en la Guerra de la Independencia, en 1808. Tras los múltiples avatares sufridos, hoy el confort y la historia se unen armoniosamente, para facilitar al viajero una estancia inolvidable. Expresión de piedra sobre piedra, en un juego de luces medievales, se levanta majestuosamente ante la historia y el arte de un casco urbano, cuya riqueza viene precedida por la fertilidad del llano y de las aguas del río Cidacos. 

Estar en Olite es como encontrarse en la Edad Media, porque los monumentos góticos que tiene contribuyen a ello. Además del Palacio Real y el Parador Príncipe de Viana, uno puede visitar la Iglesia de Santa María, también de estilo gótico, y con un meticuloso trabajo escultórico en su portada; la de San Pedro, una gran obra medieval en la que destacan el claustro y la portada románica; el Convento de San Francisco y el de las Clarisas; la Ermita de Santa Brígida; y también algunas galerías medievales.

 

El Olite de la Edad Media

 Existe otra razón por la que esta ciudad sigue pareciendo de otra época, y es que su gente se siente orgullosa por pertenecer al Olite de entonces. Se trata del afán por tener muy presentes sus raíces. Por esto, en numerosas ocasiones, este encantador lugar trae el pasado al presente, sin dificultad. El otro día se podía respirar, más que nunca, su aire puro cargado de historia: se estaba celebrando la primera boda civil en el Palacio Real. Todos los invitados iban ataviados con trajes medievales. La Plaza de Carlos III se convirtió en un auténtico escenario de novela. Uno se sentía como un personaje, capaz de emprender toda clase de aventuras inmortales. A la gente del pueblo, aunque fuese la primera boda medieval que se celebraba, no le sorprendió en absoluto: «Esa época es especial para todos nosotros. Es lógico que alguien haya decidido hacerlo», comentó Elena Gracia, una ciudadana. «Siempre se hace algo interesante: teatro clásico en la calle, bandas de música medieval…», continuó Elena.

 En los últimos años, la ciudad ha experimentado un fuerte descenso demográfico, que, por otra parte, hace que exista una fuerte cohesión social, y, de esta manera, Olite se convierte en el apellido de una gran familia. Todos se conocen muy bien, y se ayudan mutuamente. La gente está acostumbrada a preocuparse por los demás, y no actúan de distinta forma con el turista. Uno no puede sentirse más agradecido por este comportamiento, que hace que se desee regresar.

 

Gastronomía digna de reyes   

 Con tanto paseo, hay que comer, pero, sobre todo, hacerlo de la mejor manera posible. Y en esta ciudad cualquier sitio es bueno para ello. Sus habitantes así lo afirman: «En todos los restaurantes se puede disfrutar de una comida casera de la mejor calidad», comenta Manolo Ortas, un anciano conocido por su excelente paladar. El Parador, además de tener un servicio excelente, ofrece la mejor cocina tradicional navarra, y nueva cocina. «Todos los restaurantes de Olite son buenos: la comida es la misma. Lo que varía es la manera de cocinarla, y el servicio que se ofrece a los clientes», explica Antonio Bertolín Blasco, encargado del restaurante del Parador. En Casa Zanito, un restaurante ubicado en la Rúa Mayor, son conocidas las verduras de temporada, las alubias potxas y el brazuelo de cabrito al horno. La encargada de este restaurante, Pilar Sánchez, asegura también que todo lo que se sirve en Olite es de la mejor calidad, pero, por supuesto, recomienda su restaurante como primera opción.

En cuanto a la repostería, son conocidas las ensaimadas, que se diferencian de las de otros lugares por su reducido tamaño. Suelen tomarse con el café de la mañana. En Casa Vidaurre, desde 1900, se elaboran artesanalmente estos y otros productos, entre los que destacan los mantecados, las tortas de chanchigorri (compuestas por chicharrones, fundamentalmente) y sus helados.

Para los amantes del buen beber, y así acompañar toda esta comida, no hay nada mejor que probar sus vinos. A Olite se le conoce también por sus afamadas bodegas. Podría decirse que es la gran bodega de Navarra. Su larga tradición y sus instalaciones así lo indican. Sus vinos están adscritos a la Denominación de Origen Navarra. Además, la ciudad ha sido pionera en el establecimiento de una ruta convenientemente señalizada por todas sus bodegas, abiertas a visitas comentadas y a la degustación de sus vinos. Entre otras, destaca la Bodega Cooperativa Cosecheros Reunidos (1913), que tiene una capacidad de 3.000.000 de litros; la Bodega Cooperativa Olitense (1911), que alberga 3.850.000 litros; y las Bodegas Marco Real, con capacidad para albergar 6.000.000 de litros, y más de cien años de historia.

Está claro que son muchos los encantos de esta pequeña gran ciudad. Sin embargo, todo lo que se cuente sobre ella es insuficiente. Hay que ir allí para darse cuenta de esto, y comprobar que no sólo en la ficción hay escenarios mágicos y de ensueño.

 

Cómo llegar a Olite       

Por la carretera N-121 y la autopista A-15, dirección Pamplona-Zaragoza, se llega a la ciudad de Olite, situada sobre un cerro, a 5 kilómetros de Tafalla, y a 42 de Pamplona.

Dónde dormir

Para los más sibaritas, el Parador Príncipe de Viana, con un lujoso estilo medieval y 43 habitaciones, es la mejor opción. Se encuentra en el número 2 de la Plaza Teobaldos, y su teléfono es el 948 74 00 00.

El Hotel Carlos III el Noble, situado en la plaza del mismo nombre, ofrece unas preciosas vistas al Palacio Real. Su teléfono es el 948 74 06 44.

Por último, el Hotel Casa Zanito, en el número 16 de la Rúa Mayor, es algo más económico, y se encuentra en el centro. El teléfono de contacto es el 948 74 00 02.